Soneto: XXXV VIDAS DE OTOÑO

MIguel de Unamuno


Vidas de otoño son, crepusculares,
con un sentido ambiguo é indeciso,
sin que se sepa que es lo que Dios quiso
al crearlas decir. Con sus pesares

oscuros cruzan campos y lugares
marcando á vuelo roto sobre el piso
la vaga sombra. Su hálito sumiso
va al morir á las nieblas estelares.

Sale, perdido ya, negro murciélago
en estas noches tibias de setiembre
el cielo del otoño á disfrutar

y vuela acaso de la aceña al piélago,
sin que su triste sino se remembre,
su oscura vida errática á acabar.