Campanas que al pasado que no pasa
le dais lengua de bronce, peregrino
que una vida descanso aquí, en mi casa,
os oigo me llamáis; de mi camino
vuelvo la vista al cielo donde abrasa
á las nubes el sol y allí adivino
lo que antes de ser fuí, cuando mi masa
era parte del igneo torbellino.
Al cerrar la oración nada hace sombra
á su hermano de al lado, los recelos
con la luz mueren, muere el ciego brío
de la ciega batalla y en la alfombra
de Dios se abren las flores de los cielos
de que cae la esperanza cual rocío.
le dais lengua de bronce, peregrino
que una vida descanso aquí, en mi casa,
os oigo me llamáis; de mi camino
vuelvo la vista al cielo donde abrasa
á las nubes el sol y allí adivino
lo que antes de ser fuí, cuando mi masa
era parte del igneo torbellino.
Al cerrar la oración nada hace sombra
á su hermano de al lado, los recelos
con la luz mueren, muere el ciego brío
de la ciega batalla y en la alfombra
de Dios se abren las flores de los cielos
de que cae la esperanza cual rocío.