Miguel de Unamuno
Querría, Dios, querer lo que no quiero;
fundirme en Tí, perdiendo mi perstma,
este terrible yo por el que muero
y que mi mundo on derredor encona.
Si tu mano derecha me abandona
qué será de mi suerte? prisionero
quedaré de mí mismo; no perdona
la nada al hombre, su hijo, y nada espero.
«Se haga tu voluntad, Padre!» repito
al levantar y al acostarse el día,
buscando conformarme á tu mandato,
pero dentro de mí resuena el grito
del eterno Luzbel, del que quería
ser, ser de veras, fiero desacato!
Vorrei voler, Signor, quel ch'io non voglio.
Miguel Ángel.
Miguel Ángel.
Querría, Dios, querer lo que no quiero;
fundirme en Tí, perdiendo mi perstma,
este terrible yo por el que muero
y que mi mundo on derredor encona.
Si tu mano derecha me abandona
qué será de mi suerte? prisionero
quedaré de mí mismo; no perdona
la nada al hombre, su hijo, y nada espero.
«Se haga tu voluntad, Padre!» repito
al levantar y al acostarse el día,
buscando conformarme á tu mandato,
pero dentro de mí resuena el grito
del eterno Luzbel, del que quería
ser, ser de veras, fiero desacato!