Miguel de Unamuno
Pordiosero en besana de rastrojo
á la mejor de Dios mata la siesta,
el día, como todos, le es de fiesta,
horro de cuita y quito está de antojo.
No le hace á su zurrón mella el gorgojo,
todo es cañada para él, sin Mesta,
la cama tiene en donde quiera puesta,
ni el sol le escalda ni le escuece el tojo.
Por bajo de la ley diestro se escurre,
mas si le atrapa, záfase al castigo;
como nunca se afana, no se aburre;
de todo eso de honor dásele un higo,
y no ya hi-d'algo es, si se discurre,
hi-de-todo, de Dios, este mendigo.
Pordiosero en besana de rastrojo
á la mejor de Dios mata la siesta,
el día, como todos, le es de fiesta,
horro de cuita y quito está de antojo.
No le hace á su zurrón mella el gorgojo,
todo es cañada para él, sin Mesta,
la cama tiene en donde quiera puesta,
ni el sol le escalda ni le escuece el tojo.
Por bajo de la ley diestro se escurre,
mas si le atrapa, záfase al castigo;
como nunca se afana, no se aburre;
de todo eso de honor dásele un higo,
y no ya hi-d'algo es, si se discurre,
hi-de-todo, de Dios, este mendigo.