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Los trovadores
A disputar su valía
en la excelsa poesía
hoy los trovadores van:
¡grave será la porfía!
¡arduas las justas serán!
La imaginación alada
les da fogoso corcel;
la palabra bien templada
les sirve de noble espada,
y es el arte su broquel.
Hermosísimas doncellas
les miran desde el balcón;
lauros brindan todas ellas;
pero no está entre esas bellas
la que anhela el corazón.
Llenos de salud y vida
van otros a combatir;
ellos, a la lid reñida,
van ya con mortal herida,
sin temblar y sin gemir.
Y el que más doliente lanza
el canto desgarrador,
aquél la victoria alcanza,
y la más dulce alabanza
del labio más seductor.
Los trovadores
A disputar su valía
en la excelsa poesía
hoy los trovadores van:
¡grave será la porfía!
¡arduas las justas serán!
La imaginación alada
les da fogoso corcel;
la palabra bien templada
les sirve de noble espada,
y es el arte su broquel.
Hermosísimas doncellas
les miran desde el balcón;
lauros brindan todas ellas;
pero no está entre esas bellas
la que anhela el corazón.
Llenos de salud y vida
van otros a combatir;
ellos, a la lid reñida,
van ya con mortal herida,
sin temblar y sin gemir.
Y el que más doliente lanza
el canto desgarrador,
aquél la victoria alcanza,
y la más dulce alabanza
del labio más seductor.