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Huyó la risa de mis labios tristes,
hermosa infiel, cuando te vi partir;
escucho sin cesar bromas y chistes;
¡y no puedo reír!
El llanto huyó de mis cansados ojos,
hermosa infiel, cuando te vi marchar;
rasgan mi corazón duelos y enojos
¡y no puedo llorar!
Huyó la risa de mis labios tristes,
hermosa infiel, cuando te vi partir;
escucho sin cesar bromas y chistes;
¡y no puedo reír!
El llanto huyó de mis cansados ojos,
hermosa infiel, cuando te vi marchar;
rasgan mi corazón duelos y enojos
¡y no puedo llorar!