Umar Ibn Abí Rabí'a (m. hacia 720 d. C. )
A una muchacha de formados senos
invité a tenderse, sin cojín sobre la arena del desierto.
Así lo haré, aunque no sea mi costumbre.
Y cuando iba a despuntar la aurora me dijo:
Me has deshonrado, ahora vete si quieres, o sigue
si así lo prefieres. Pero no hice sino sorber sus encías
y entre charlas, besarla en la boca.
Me llené de toda ella.
Me envolví en su vestido de seda
y a mis ojos dije: Llorad ahora.
Entonces ella se levantó
para borrar con su manto las huellas
y buscar las perlas del collar desparramadas.