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Una estrella pura y bella
caía, sin dejar huella,
en la inmensidad sombría:
del amor era la estrella,
la estrella que así caía.
En lluvia de hojas y flores
al viento, verde manzano
daba sus galas mejores,
y en sus giros voladores
las llevaba el aire vano.
Blanco cisne en limpia fuente
bogaba con blandas plumas,
cantando armoniosamente:
y se hundía en las espumas
de su tumba transparente.
Todo, ¡ay mis tristes amores!
obscuro y mudo quedó:
volaron hojas y flores;
perdió el astro sus fulgores;
el blanco cisne calló.
Una estrella pura y bella
caía, sin dejar huella,
en la inmensidad sombría:
del amor era la estrella,
la estrella que así caía.
En lluvia de hojas y flores
al viento, verde manzano
daba sus galas mejores,
y en sus giros voladores
las llevaba el aire vano.
Blanco cisne en limpia fuente
bogaba con blandas plumas,
cantando armoniosamente:
y se hundía en las espumas
de su tumba transparente.
Todo, ¡ay mis tristes amores!
obscuro y mudo quedó:
volaron hojas y flores;
perdió el astro sus fulgores;
el blanco cisne calló.