Miguel de Unamuno
Desde Gredos, espalda de Castilla,
rodando, Tormes, sobre tu dehesa
pasas brezando el sueño de Teresa
junto á Alba la ducal dormida villa.
De la Flecha gozándote en la orilla
un punto te detienes en la presa
que el soto de Fray Luis cantando besa
y con tu canto animas al que trilla.
De Salamanca cristalino espejo
retratas luego sus doradas torres,
pasas solemne bajo el puente viejo
de los romanos y el hortal recorres
que Meléndez cantara. Tu consejo
no de mi pecho, Tormes mío, borres.
Desde Gredos, espalda de Castilla,
rodando, Tormes, sobre tu dehesa
pasas brezando el sueño de Teresa
junto á Alba la ducal dormida villa.
De la Flecha gozándote en la orilla
un punto te detienes en la presa
que el soto de Fray Luis cantando besa
y con tu canto animas al que trilla.
De Salamanca cristalino espejo
retratas luego sus doradas torres,
pasas solemne bajo el puente viejo
de los romanos y el hortal recorres
que Meléndez cantara. Tu consejo
no de mi pecho, Tormes mío, borres.