Soneto: LXXVII Tragi-comedia

Miguel de Unamuno


Pues lo único que el hombre cumple en serio
es nacer; luego en derredor le asedia
la farsa, y como Dios no lo remedia
ni sirve del pesar el cruel cauterio

da en actor. Y en este ministerio
cobra de la tal vida triste acedia
y la muerte es escena de comedia
aunque prólogo sea del misterio.

Los pasos del teatro siendo míticos
henchidos suelen ir de efectos mágicos
y por tristes razones económicas

los dos momentos de la vida críticos,
los nacimientos casi siempre trágicos
y son las muertes casi siempre cómicas.