Miguel de Unamuno
Coqueteas, hipócrita gazmoña,
con Cristo, á quien llamándote su sierva,
le tienes como á novio de reserva
por si el otro marrase. Ya bisoña
no ores en estas lides, la ponzoña
sabes sacar de la embrujada hierba
del amor y ponértela en conserva,
por si á su toque mocedad retoña
Con todo tu recato y tu misterio
no andas sino detrás de matrimonio,
pero no espiritual y de salterio;
mas por mucho que al pobre San Antonio
le sobes con ofrenda y sahumerio
te tendrás que cargar con el demonio.
Coqueteas, hipócrita gazmoña,
con Cristo, á quien llamándote su sierva,
le tienes como á novio de reserva
por si el otro marrase. Ya bisoña
no ores en estas lides, la ponzoña
sabes sacar de la embrujada hierba
del amor y ponértela en conserva,
por si á su toque mocedad retoña
Con todo tu recato y tu misterio
no andas sino detrás de matrimonio,
pero no espiritual y de salterio;
mas por mucho que al pobre San Antonio
le sobes con ofrenda y sahumerio
te tendrás que cargar con el demonio.