Miguel de Unamuno
Piensa como respira, con cadencia
orgánica; piensa con el lenguaje
— concreción secular de la experiencia —
de su pueblo, y en recio maridaje
viven su fé y la íntima creencia
de que aquella brotó. Es el vasallaje
de libertad que rinde ante la herencia
vital á la que debe su bautismo.
Piensa con las ideas de su raza,
pues siente bien que para ser él mismo
ha de arreciar aquello que le enlaza
con los suyos. Piensa como respira
y su alma, con patriótica cachaza,
resuella alguna vez, nunca delira.
Piensa como respira, con cadencia
orgánica; piensa con el lenguaje
— concreción secular de la experiencia —
de su pueblo, y en recio maridaje
viven su fé y la íntima creencia
de que aquella brotó. Es el vasallaje
de libertad que rinde ante la herencia
vital á la que debe su bautismo.
Piensa con las ideas de su raza,
pues siente bien que para ser él mismo
ha de arreciar aquello que le enlaza
con los suyos. Piensa como respira
y su alma, con patriótica cachaza,
resuella alguna vez, nunca delira.