Poema: Prólogo de Heinrich Heine

Prólogo de Las Montañas del Harz


Elegancia, distinción,
muchas flores, muchos lazos,
muy dulce conversación,
muchas sonrisas y abrazos...
¡Si tuviera corazón!

¡Corazón dentro del pecho,
y amor verdadero en él!
Cáusame grima y despecho
el canto falso y contrahecho
de una pasión de oropel.

Subir quiero a la montaña,
do la virtud inocente
vive en humilde cabaña;
do libre corre el ambiente
que mi libre frente baña.

Trepar a la sierra quiero
do el raudal fluye ligero,
el abeto al cielo sube,
canta el pájaro parlero
y altiva flota la nube.

¡Adiós, salones brillantes!
¡Adiós, damas rozagantes!
¡Adiós, sociedad cortés!
Desde estas cumbres gigantes
os contemplaré a mis pies.