Triste esperanza, incierta, en blando pecho
por luengo tiempo inútil engendrada,
que mi descanso y gloria aventurada
en temor truecas vano y en estrecho,
huye de mí, que sobra el daño hecho;
sigue en otra ocasión mejor entrada;
porque en vida tan mísera y cansada
es toda tu porfía sin provecho.
Si este lugar lloroso te contenta,
busca mejor fortuna al pobre estado,
y sosiego al furor del dolor mío;
que atendiendo el deseo me atormenta,
y caído y sin fuerzas mi cuidado,
me estrecha el corazón con torpe frío.