Si yo puedo vivir de vos ausente,
fálteme siempre el bien y ofenda al cielo,
y al débil cuerpo mío en leve vuelo
la alma, suelte del peso, no sustente.
Si puedo respirar sin el presente
vigor de vuestra luz, el impío suelo,
lleno de eterna sombra y desconsuelo,
entre el perdido número me cuente.
Si padezco doliente y apartado,
si se enajena el bien que en vos tenía,
¿Por qué no rompe el pecho esta mudanza?
Si muero do se pierde mi cuidado,
a mis ojos Amor ¿por qué no envía
un solo rayo dulce de esperanza?