¿Quién debe, sino yo, acabar el llanto;
que de mis esperanzas derribado,
me veo en tal miseria y apartado
de aquella luz que ausente alabo y canto?
Mi alma no soporta pesar tanto,
y el nudo que la estrecha desatado,
ligera ira con vuelo acelerado,
sin descansar siguiendo su ardor santo.
Si esta indigna corteza la retarda,
y lenta engaña el gozo de su gloria,
corta, Amor, corta presto el flaco aliento;
que sólo el bien que en mi dolor me guarda,
por la vida que pierdo tal victoria
dará, que en precio exceda a mi tormento.
que de mis esperanzas derribado,
me veo en tal miseria y apartado
de aquella luz que ausente alabo y canto?
Mi alma no soporta pesar tanto,
y el nudo que la estrecha desatado,
ligera ira con vuelo acelerado,
sin descansar siguiendo su ardor santo.
Si esta indigna corteza la retarda,
y lenta engaña el gozo de su gloria,
corta, Amor, corta presto el flaco aliento;
que sólo el bien que en mi dolor me guarda,
por la vida que pierdo tal victoria
dará, que en precio exceda a mi tormento.