Poema - 87 - de Heinrich Heine

- 87 -

Inunda bosque y pradera
la noche de primavera,
hermosa como ninguna:
brilla en Oriente la luna
dorada en la azul esfera.

Junto a la mansa corriente
el grillo chilla estridente;
y en la tranquila extensión
algo el pasajero siente,
cual vaga palpitación.

Allá, en fuente cristalina,
báñase la hermosa ondina;
y con plácidos asombros,
la tibia luna ilumina
su blanca espalda y sus hombros.