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Corazón, corazón, calla y espera;
sufre sin quejas el destino eterno
renacerá otra vez la primavera
tras el áspero invierno.
Aún no agotó la vida sus mercedes:
¡Bello es el mundo, luminoso el día!
y todo aquello que te plazca, puedes
amarlo todavía.
Corazón, corazón, calla y espera;
sufre sin quejas el destino eterno
renacerá otra vez la primavera
tras el áspero invierno.
Aún no agotó la vida sus mercedes:
¡Bello es el mundo, luminoso el día!
y todo aquello que te plazca, puedes
amarlo todavía.