Poema - 26 - de Heinrich Heine

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¡Atlante soy, cansado y dolorido!
A cuestas llevo un mundo, el del dolor.
Llevo lo que llevar nadie ha podido;
y ya sucumbo al peso abrumador.

¡Soberbio corazón, tú lo quisiste!
Pedías todo el bien o todo el mal;
no puedes pretender sino más triste;
cumplida está tu aspiración fatal.