Poema - 19 - de Heinrich Heine

- 19 -

¡Bien hayas, oh bulliciosa
inexcrutable ciudad!
Entre la turba afanosa
guardaste un día a la hermosa
que era mi felicidad.

Torres y puertas, ¿qué fue
de la bella a quien adoro?
En prenda os la confié,
y cuentas os pediré,
de mi perdido tesoro.

Mas, no sois culpables, no,
viejas torres, de sus tretas;
pues hubisteis de estar quietas
cuando la loquilla huyó
con sus cofres y maletas.

Tú, que la debiste ver,
negro portal, ¿qué me dices?
Que nunca sabes qué hacer
cuando nos da una mujer
con la puerta en las narices.