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Fulguró en mi vida obscura
imagen de excelsa prez;
pero huyó esa imagen pura,
y a ciegas voy otra vez.
El niño, cuando camina,
por tenebroso lugar,
el terror que le domina
vence a fuerza de cantar,
Niño soy, que a obscuras canto;
poco vale mi canción;
pero nada alivia tanto
mi doliente corazón.
Fulguró en mi vida obscura
imagen de excelsa prez;
pero huyó esa imagen pura,
y a ciegas voy otra vez.
El niño, cuando camina,
por tenebroso lugar,
el terror que le domina
vence a fuerza de cantar,
Niño soy, que a obscuras canto;
poco vale mi canción;
pero nada alivia tanto
mi doliente corazón.