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¡Mucho, en verdad, los dos hemos sentido
tú por mí, yo por ti!... ¡y hemos vivido
llevándonos tan bien!... y hemos jugado
a marido y mujer, sin que arañado
nos hayamos jamás, ni sacudido.
Juntos en risa y regodeo y broma
supimos tiernamente
jugar a beso-daca y beso-toma.
Y -¡cosas de muchachos!- de repente
jugar al escondite resolvimos;
y tal jugado habemos,
y tal maña nos dimos,
y tan rebién, por fin, nos escondimos,
que ya nunca jamás nos hallaremos.
¡Mucho, en verdad, los dos hemos sentido
tú por mí, yo por ti!... ¡y hemos vivido
llevándonos tan bien!... y hemos jugado
a marido y mujer, sin que arañado
nos hayamos jamás, ni sacudido.
Juntos en risa y regodeo y broma
supimos tiernamente
jugar a beso-daca y beso-toma.
Y -¡cosas de muchachos!- de repente
jugar al escondite resolvimos;
y tal jugado habemos,
y tal maña nos dimos,
y tan rebién, por fin, nos escondimos,
que ya nunca jamás nos hallaremos.