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Soñé un tiempo feliz mirtos y rosas,
tiernos halagos y febril pasión,
dulces labios, palabras engañosas,
y cantares de notas temblorosas
llenos de melancólica emoción.
Disipáronse -¡ay Dios!- aquellos sueños
y la imagen triunfal, de ojos risueños,
que en ellos siempre, como reina, vi;
sólo quedan -¡recuerdos halagüeños!-
los que en mis rimas encerré y fundí.
Vosotras ¡oh mis huérfanas canciones!
como aquellas soñadas ilusiones,
disipaos también, raudas volad;
y a las que tanto amé, dulces visiones,
este suspiro abrasador llevad.
Soñé un tiempo feliz mirtos y rosas,
tiernos halagos y febril pasión,
dulces labios, palabras engañosas,
y cantares de notas temblorosas
llenos de melancólica emoción.
Disipáronse -¡ay Dios!- aquellos sueños
y la imagen triunfal, de ojos risueños,
que en ellos siempre, como reina, vi;
sólo quedan -¡recuerdos halagüeños!-
los que en mis rimas encerré y fundí.
Vosotras ¡oh mis huérfanas canciones!
como aquellas soñadas ilusiones,
disipaos también, raudas volad;
y a las que tanto amé, dulces visiones,
este suspiro abrasador llevad.