¿Me quieres?. . ¡Qué tu acento me lo diga
ante aquel sol que muere en el ocaso!
Tú que mitigas mi pesar. . . ¡mitiga
esta fiebre voraz en que me abraso!
Tembló tu labio y balbució: ¡Lo juro!
Sus tachonadas puertas entreabría
la muda noche en la extensión vacía;
y en mi espíritu lóbrego y oscuro. . .
en aquel mismo instante amanecía.
ante aquel sol que muere en el ocaso!
Tú que mitigas mi pesar. . . ¡mitiga
esta fiebre voraz en que me abraso!
Tembló tu labio y balbució: ¡Lo juro!
Sus tachonadas puertas entreabría
la muda noche en la extensión vacía;
y en mi espíritu lóbrego y oscuro. . .
en aquel mismo instante amanecía.