Tú no sabes lo que es ser esclavo
de un amor impetuoso y ardiente
y llevar un afán como un clavo,
como un clavo metido en la frente.
Tú no sabes lo que es la codicia
de morder en la boca anhelada,
resbalando su inquieta caricia
por contornos de carne nevada.
Tú no sabes los males sufridos
por quien lucha sin fuerzas y ruega,
y mantiene sus brazos tendidos
hacia un cuerpo que nunca se entrega.
Y no sabes lo que es el despecho
de pensar en tus formas divinas
revolviéndome solo en mi lecho
que el insomnio ha sembrado de espinas.
de un amor impetuoso y ardiente
y llevar un afán como un clavo,
como un clavo metido en la frente.
Tú no sabes lo que es la codicia
de morder en la boca anhelada,
resbalando su inquieta caricia
por contornos de carne nevada.
Tú no sabes los males sufridos
por quien lucha sin fuerzas y ruega,
y mantiene sus brazos tendidos
hacia un cuerpo que nunca se entrega.
Y no sabes lo que es el despecho
de pensar en tus formas divinas
revolviéndome solo en mi lecho
que el insomnio ha sembrado de espinas.