Ya es hora, sí, ya es sazón
de apartar del corazón
la locura que lo asedia;
bastante, cual pobre histrión,
representé la comedia.
Eran góticos salones
bambalinas y telones;
purpúreo manto mi traje;
novelescas mis pasiones;
romántico mi lenguaje.
Di fin a tal fingimiento;
pero el mal no se remedia:
las mismas angustias siento:
parece que represento
todavía la comedia.
Es que, burlando, decía
mi afán secreto y profundo:
la muerte en el alma mía
llevaba cuando fingía
al luchador moribundo.
de apartar del corazón
la locura que lo asedia;
bastante, cual pobre histrión,
representé la comedia.
Eran góticos salones
bambalinas y telones;
purpúreo manto mi traje;
novelescas mis pasiones;
romántico mi lenguaje.
Di fin a tal fingimiento;
pero el mal no se remedia:
las mismas angustias siento:
parece que represento
todavía la comedia.
Es que, burlando, decía
mi afán secreto y profundo:
la muerte en el alma mía
llevaba cuando fingía
al luchador moribundo.