Miguel de Unamuno
Al abrigo fatal de la cogulla
con que te encubres el altivo ceño
se incuba libre el ambicioso ensueño
que soledad con su silencio arrulla.
Del mundo huyendo la inocente bulla,
vuela adusto tu espíritu aguileño
en torno no del sacrosanto leño
que con su yugo al corazón magulla
si no del solio. Aunque la plaza huiste
la plaza llevas dentro y es la musa
con que Satán te pone el alma triste,
la que te dio la vocación confusa
por la que adiós á tu familia diste,
que no, cobarde, harás la gran rehusa.
Vidi e conobbi l'ombra di colui
che fece per viltate il gran riñuto.
Dante. Inferno III. 59-60.
che fece per viltate il gran riñuto.
Dante. Inferno III. 59-60.
Al abrigo fatal de la cogulla
con que te encubres el altivo ceño
se incuba libre el ambicioso ensueño
que soledad con su silencio arrulla.
Del mundo huyendo la inocente bulla,
vuela adusto tu espíritu aguileño
en torno no del sacrosanto leño
que con su yugo al corazón magulla
si no del solio. Aunque la plaza huiste
la plaza llevas dentro y es la musa
con que Satán te pone el alma triste,
la que te dio la vocación confusa
por la que adiós á tu familia diste,
que no, cobarde, harás la gran rehusa.