Soneto: XCV La intrusa

Miguel de Unamuno


Aprieta mas y tápeme tu abrazo;
que no me vea cuando llega y pasa
avizorando en torno de mi casa
por si prenderme puede con su lazo.

Deja que hunda mi frente en tu regazo
pues su mirada el corazón me arrasa
y si es la vida que me resta escasa
que no lo sepa, no, nada de plazo!

Engáñame; mis ojos con tus besos
cierra, tu corazón arrima al mío,
que sólo al recordarla hasta en los huesos

siento de la postrer congoja el frío;
así, igual que á un niño, sin excesos,
que de ellos se aprovecha á su albedrío.