Soneto: I OFERTORIO

Miguel de Unamuno

A mi querido amigo Pedro Eguillor.


No de Apenino en la riente falda,
de Archanda nuestra la que alegra el boche
recojí este verano á troche y moche
frescas rosas en campo de esmeralda.

Como piadoso el sol ahí no escalda
los montes otorgóme este derroche
de sonetos; los cierro con el broche
de este ofertorio y te los doy, guirnalda.

Van á la del Nervión desde la orilla
esta del Tormes; á esa mi Vizcaya
llevando soledades de Castilla.

No con arado, los saqué con laya;
guárdamelos en tu abrigada cilla
por si algún día en mí la fé desmaya.