Al casamiento de Filipo III y Margarita de Austria Nuestra Señora
Soneto 196
Las Águilas de Carlos soberano,
al gran Filipo en cielo convertido,
quieren sobre un castillo hacer su nido
en la mitad del corazón hispano.
Ya de Clemente la sagrada mano
el cuello tiene al yugo de oro asido,
y con su bendición divina ungido
para columnas del valor cristiano.
Ya de diamantes, perlas y esmeraldas
cetro imperial adorna su alta frente,
que España ofrece en sus preciosas faldas.
Pero queda el blasón tan diferente
que sus águilas siempre están de espaldas,
y éstas han de mirarse eternamente.
Soneto 196
Las Águilas de Carlos soberano,
al gran Filipo en cielo convertido,
quieren sobre un castillo hacer su nido
en la mitad del corazón hispano.
Ya de Clemente la sagrada mano
el cuello tiene al yugo de oro asido,
y con su bendición divina ungido
para columnas del valor cristiano.
Ya de diamantes, perlas y esmeraldas
cetro imperial adorna su alta frente,
que España ofrece en sus preciosas faldas.
Pero queda el blasón tan diferente
que sus águilas siempre están de espaldas,
y éstas han de mirarse eternamente.