Al doctor Tejada
Soneto 167
De hoy más, claro pastor por quien restauro
la fama, que sin vos perder pudiera,
os cantarán del Tajo en la ribera,
y, si esto es poco, del mar Indo al Mauro.
Oirase, antes que vuelva el sol al Tauro,
vuestro nombre en su orilla que me espera,
pues mi musa por vos, siendo extranjera,
halló lugar en las del fértil Dauro.
Por vos, como en la antigua, en la edad nuestra
correrá más dorado que Pactolo,
de que su cisne sois indicio y muestra.
Humillarase a vos el laurel solo,
que no serán para la frente vuestra
ni Dafne esquiva ni celoso Apolo.
Soneto 167
De hoy más, claro pastor por quien restauro
la fama, que sin vos perder pudiera,
os cantarán del Tajo en la ribera,
y, si esto es poco, del mar Indo al Mauro.
Oirase, antes que vuelva el sol al Tauro,
vuestro nombre en su orilla que me espera,
pues mi musa por vos, siendo extranjera,
halló lugar en las del fértil Dauro.
Por vos, como en la antigua, en la edad nuestra
correrá más dorado que Pactolo,
de que su cisne sois indicio y muestra.
Humillarase a vos el laurel solo,
que no serán para la frente vuestra
ni Dafne esquiva ni celoso Apolo.