Al doctor Mira de Mescua
Soneto 165
Viendo que iguala en su balanza Astrea
los rayos y las sombras desiguales,
Dauro no ha reparado en las señales
de la extranjera Vega que pasea.
Mas ya que el oro que le dais emplea,
en mis arenas a la Libia iguales,
florecerán mi Vega sus cristales,
y vos mi ingenio, de mi mundo idea.
A que sois primavera me resuelvo,
por quien las flores que perdí restauro:
tal abundancia vuestro ingenio cría.
Y así en tanto que al patrio Tajo vuelvo,
serán entre las márgenes del Dauro
las flores vuestras y la Vega mía.
Soneto 165
Viendo que iguala en su balanza Astrea
los rayos y las sombras desiguales,
Dauro no ha reparado en las señales
de la extranjera Vega que pasea.
Mas ya que el oro que le dais emplea,
en mis arenas a la Libia iguales,
florecerán mi Vega sus cristales,
y vos mi ingenio, de mi mundo idea.
A que sois primavera me resuelvo,
por quien las flores que perdí restauro:
tal abundancia vuestro ingenio cría.
Y así en tanto que al patrio Tajo vuelvo,
serán entre las márgenes del Dauro
las flores vuestras y la Vega mía.