Soneto 154
Cesen tus aguas, conjurado cielo,
que está doliente por tu causa el mío;
sigue tu curso, nieva, haz tiempo frío,
cubre el campo de plata, escarcha y hielo.
Si es por vengar al sol, sol tiene el suelo,
que será su Faetón con mayor brío:
¡ay rompan los suspiros que te envío
de tantas nubes el oscuro velo!
Deja reinar a la serena boca
cuyos dientes esconden los enojos
de esta humildad, que a envidia os atribuyo.
Amaina el tiempo que su mal provoca,
salga tu sol en ti, y en mí sus ojos.
Tendrá salud mi cielo, y arco el tuyo.
Cesen tus aguas, conjurado cielo,
que está doliente por tu causa el mío;
sigue tu curso, nieva, haz tiempo frío,
cubre el campo de plata, escarcha y hielo.
Si es por vengar al sol, sol tiene el suelo,
que será su Faetón con mayor brío:
¡ay rompan los suspiros que te envío
de tantas nubes el oscuro velo!
Deja reinar a la serena boca
cuyos dientes esconden los enojos
de esta humildad, que a envidia os atribuyo.
Amaina el tiempo que su mal provoca,
salga tu sol en ti, y en mí sus ojos.
Tendrá salud mi cielo, y arco el tuyo.