Poema - Pues la flor do crecía mi esperanza de Fernando de Herrera

Pues la flor do crecía mi esperanza
quemó duro rigor de ingrato hielo,
y a mi ardiente deseo negó el cielo
de fortuna mejor más confianza,

do el sol con tibio rayo tarde alcanza,
y luenga sombra ofende el mustio suelo,
daré ausente, olvidado, sin consuelo,
a mi injusta osadía igual venganza.

Mas no sufre la fuerza que padezco
tan corta paga en tanto atrevimiento;
que en la ausencia el dolor es menos fiero.

Llega ya a estrecho tal, que no merezco
alabanza ni culpa en mi tormento;
tanto es grande mi mal, que desespero.