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Amo a una hermosa flor; no sé a cuál de ellas,
y por eso suspiro.
Un alma busco, y sus corolas bellas
una por una miro.
La flor trasciende al expirar el día;
cantan los ruiseñores;
un alma busco, como el alma mía,
rendida a los amores.
Cantan los ruiseñores y comprendo
sus ayes desmayados;
estamos por igual, a lo que entiendo,
medrosos y azorados.
Amo a una hermosa flor; no sé a cuál de ellas,
y por eso suspiro.
Un alma busco, y sus corolas bellas
una por una miro.
La flor trasciende al expirar el día;
cantan los ruiseñores;
un alma busco, como el alma mía,
rendida a los amores.
Cantan los ruiseñores y comprendo
sus ayes desmayados;
estamos por igual, a lo que entiendo,
medrosos y azorados.