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Reverdece la pradera
al soplo de blanda brisa,
y el sol en la azul esfera
dice, con dulce sonrisa:
-«¡Bienvenida, oh Primavera!»
Te oigo otra vez, ruiseñor,
ora alegre y trinador,
ora triste y quejumbroso;
pero, doliente o gozoso,
¡tu canto siempre es de amor!
Reverdece la pradera
al soplo de blanda brisa,
y el sol en la azul esfera
dice, con dulce sonrisa:
-«¡Bienvenida, oh Primavera!»
Te oigo otra vez, ruiseñor,
ora alegre y trinador,
ora triste y quejumbroso;
pero, doliente o gozoso,
¡tu canto siempre es de amor!