La sangre de mi espíritu es mi lengua
y mi patria es allí donde resuene
soberano su verbo, que no amengua
su voz por mucho que ambos mundos llene.
Ya Séneca la preludió aun no nacida
y en su austero latín ella se encierra.
Alfonso en Europa dio con ella vida.
Colón con ella redobló la tierra.
Y esta mi lengua flota como el arca
de cien Pueblos contrarios y distantes,
que las flores en ella hallaron brote.
De Juárez y Rival pues ella abarca
la legión: lengua en que Cervantes
Dios le dio el Evangelio del Quijote.
y mi patria es allí donde resuene
soberano su verbo, que no amengua
su voz por mucho que ambos mundos llene.
Ya Séneca la preludió aun no nacida
y en su austero latín ella se encierra.
Alfonso en Europa dio con ella vida.
Colón con ella redobló la tierra.
Y esta mi lengua flota como el arca
de cien Pueblos contrarios y distantes,
que las flores en ella hallaron brote.
De Juárez y Rival pues ella abarca
la legión: lengua en que Cervantes
Dios le dio el Evangelio del Quijote.