¡Habla, que lo quiere el niño!
¡Ya está hablando!
El Hijo del Hombre, el Verbo
encarnado
se hizo Dios en una cuna
con el canto
de la niñez campesina,
canto alado.
¡Habla, que lo quiere el niño!
¡Hable tu papel, mi pájaro!
Háblale al niño que sabe
voz del alto,
La voz que se hace silencio
sobre el fango...
Háblale al niño que vive
en su pecho a Dios criando...
Tú eres la paloma mística,
tú el Santo
Espíritu que hizo el hombre
con sus manos...
Habla a los niños, que el reino
tan soñado
de los cielos es del niño
soberano,
del niño, rey de los sueños,
¡corazón de lo creado!
¡Habla, que lo quiere el niño!
¡Ya está hablando!
¡Ya está hablando!
El Hijo del Hombre, el Verbo
encarnado
se hizo Dios en una cuna
con el canto
de la niñez campesina,
canto alado.
¡Habla, que lo quiere el niño!
¡Hable tu papel, mi pájaro!
Háblale al niño que sabe
voz del alto,
La voz que se hace silencio
sobre el fango...
Háblale al niño que vive
en su pecho a Dios criando...
Tú eres la paloma mística,
tú el Santo
Espíritu que hizo el hombre
con sus manos...
Habla a los niños, que el reino
tan soñado
de los cielos es del niño
soberano,
del niño, rey de los sueños,
¡corazón de lo creado!
¡Habla, que lo quiere el niño!
¡Ya está hablando!