poema: Serenata de José de Espronceda
Delio a las rejas de Elisa
Le canta en noche serena
Sus amores.
Raya la luna, y la brisa
Al pasar plácida suena
Por las flores.
Y al eco que va formando
El arroyuelo saltando
Tan sonoro,
Le dice Delio a su hermosa
En cantilena amorosa:
«Yo te adoro».
En el regazo adormida
Del blando sueño, presentes
Mil delicias,
En tu ilusión embebida,
Feliz te finges, y sientes
Mis caricias.
Y en la noche silenciosa
Por la pradera espaciosa
Blando coro
Forman, diciendo a mi acento,
El arroyuelo y el viento:
«Yo te adoro».
En derredor de tu frente
Leve soplo vuela apenas
Muy callado,
Y allí esparcido se siente
Dulce aroma de azucenas
Regalado,
Que en fragancia deleitosa
Vuela también a la diosa
Que enamoro,
El eco grato que suena
Oyendo mi cantilena:
«Yo te adoro».
Del fondo del pecho mío
Vuela a ti suspiro tierno
con mi acento;
En él, mi Elisa, te envío
El fuego de amor eterno,
Que yo siento.
Por él, mi adorada hermosa,
Por esos labios de rosa
De ti imploro
Que le escuches con ternura,
Y le oirás cómo murmura:
«Yo te adoro».
Despierta y el lecho deja:
No prive el sueño tirano
De tu risa
A Delio, que está a tu reja,
Y espera ansioso tu mano,
Bella Elisa.
Despierta, que ya pasaron
Las horas que nos costaron
Tanto lloro;
Sal, que gentil enramada
Dice a tu puerta enlazada:
«Yo te adoro».
poema de José de Espronceda