Alma en pena
A fuerza de quererte
Me he convertido, Amor, en alma en pena.
¿Por qué, Fuensanta mía,
si mi pasión de ayer está ya muerta
y en tu rostro se anuncia los estragos
de la vejez temida que se acerca,
tu boca es una invitación al beso
como lo fue en lejanas primaveras?Es que mi desencanto nada puede
A fuerza de quererte
Contra mi condición de ánima en pena
Si a pesar de tus párpados exangües
Y las blancuras de tu faz anémica,
Aun se tiñen tus labios
Con el color sangriento de las fresas.
Me he convertido, Amor, en alma en pena,
Y con el candor angélico de tu alma
Seré una sombra eterna.poema de Ramón López Velarde