Margarita Michelena

pareja abrazo de amor
NUEVO ORIGEN

Estás entre mis brazos
-aún no sé de tu extraña procedencia-
con tus ojos huidos de un firmamento opaco
y tus labios de una ardiente madera.

Eres de nuevo el mundo
que me arrastra y me llama.
Amargo y dulce fuego,
¿por qué sigo,
ya sin oír mis voces descarnadas y altas,
tu ceniza y tu sangre
y tu voz extranjera?

Hablas en el idioma de todo lo que arde.
Y en todo igual al fuego,
entre mis propios brazos te levantas
y luego, consumido,
en silencio te apagas.
Y te acogen mis manos, claras, vivas, indemnes,
como la sombra muda con que esperan los árboles.

Música ardiente, libre en mi sangre pálida,
sobre el invierno del pertinaz banquete
en que yo he sido a un tiempo
el hambre sin medida
y el sórdido alimento...

Oh voz antigua nueva,
la misma que ya estuvo pendiente de una rama
en otro paraíso,
la misma que convierte en vinos estivales
la inocencia del agua.